About poder de la palabra
About poder de la palabra
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Es muy común que no sepamos darnos el valor que merecemos, nos ponemos en un segundo lugar y vamos socavando nuestra autoestima. Es entonces cuando los “soy incapaz” o “no puedo” se hacen eco en nuestra vida y se convierten en una realidad.
Las palabras son tan importantes que tendremos que rendir cuentas de lo que hayamos dicho cuando nos presentemos ante el Señor Jesucristo.
Nuestras palabras son importantes para Dios y él las toma en cuenta. Seremos responsables de cómo hemos usado nuestras palabras. Esto debe ser motivo suficiente para que seamos cuidadosos y sabios en nuestra forma de hablar.
Responsabilidad y cuidado de la creación: Si todas las cosas han sido creadas por la Palabra de Dios, entonces tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar la creación como mayordomos de lo que Dios nos ha confiado.
Debemos recordar que nuestras palabras tienen el potencial de traer vida y esperanza a aquellos que nos rodean. Debemos ser portadores de palabras de aliento y consuelo, de palabras que sanen las heridas y restauren la fe.
Lo que period desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
Las palabras son una herramienta poderosa que tenemos a nuestra disposición. La forma en que las usamos puede tener un impacto significativo en nuestras vidas y en las vidas de los demás. En la Biblia, encontramos muchas referencias que hablan sobre el poder de las palabras y la importancia de usarlas con sabiduría.
Por otro lado, las palabras hirientes pueden causar mucho daño. En Proverbios twelve:18, se nos advierte que «hay quienes hablan como heridas de espada, pero la lengua de los sabios es medicina».
El poder de las palabras no debe subestimarse. Nuestras palabras tienen el poder de cambiar vidas, de sanar corazones y de transformar situaciones.
El poder de la palabra es tremendo. Aunque muchas personas digan que una imagen puede valer más, y en ciertos casos es verdad, no hay check here que olvidar que cuanto sale de nuestra boca tiene un valor.
Nuestras palabras tienen el poder de llevar la luz de Cristo a las tinieblas y de llevar esperanza a los corazones desesperanzados.
Nuestras palabras pueden tener el poder de sanar o de herir, de construir o de destruir. Debemos ser conscientes de este poder y usar nuestras palabras con sabiduría.
En primer lugar, nuestras palabras tienen el poder de edificar o destruir. En Efesios four:29 se nos insta a hablar «solo lo que sea bueno para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan».
También discutiremos algunos consejos prácticos para cuidar nuestras palabras y utilizarlas para el bien.